Hace meses envié una petición a Vintage Books, la firma de Random House encargada de publicar los libros de Pynchon, en la que solicitaba una entrevista vía mail con nuestro autor preferido. Pensé que quizá con amabilidad y siendo yo un don nadie, conseguiría llamar la atención de los editores y, con ello, llegar hasta el mejor escritor vivo. Tenía la vaga intención de sonsacarle el secreto de su escritura, más bien de su capacidad y paciencia. Como es natural, la esperanza de obtener una respuesta positiva era casi inexistente. Pero, sorpresivamente, hoy recibí un mail del mismísimo Thomas Ruggles Pynchon con instrucciones sobre cómo debía desarrollarse la conversación. Decía así:
Dear Mr. Amores,
he estado analizando su solicitud, y me complace comunicarle que accedo a conversar con usted sobre lo que considere pueda yo aportarle. Efectivamente, es usted un don nadie, pero mi español tampoco es que sea muy bueno. Me apasionan los non-sequitur. Por otro lado, la fama que haya podido yo alcanzar por mi negativa a hacer apariciones públicas ha terminado arruinando la percepción general de mi trabajo. Pesa más la rareza de no querer ser famoso que la literatura que deje uno a la posteridad. Por eso, ahora que puede afirmarse que la literatura ha muerto definitivamente, no quiero dejar pasar la ocasión de amontonar algunas palabras más, aunque sea por vía distinta a la habitual. Si no comprende lo que quiero decir, es que no ha leído mis novelas con la debida atención. Siga, por favor, las siguientes instrucciones:
1. Programe para el día 9 de marzo de 2011, a las 20:00, hora de su país, la publicación de un post en su blog con el título Entrevista a Thomas Pynchon.
2. Coloque en él una breve introducción y el texto íntegro de este mensaje.
3. Espere unos segundos a que yo haga un comentario a dicho post.
4. Comience la entrevista.
Debido a la existencia de seguidores y lectores asiduos de su blog, la conversación no podrá extenderse demasiado sin correr el riesgo de interrupciones por comentarios ajenos. Por ello, le ruego tenga preparado el cuestionario. No se preocupe por mí, suelo tener respuestas para todo.
Buenas tardes, Mr. Pynchon. Gracias por esa fama que dice va a proporcionarme. Tengo unas preguntas preparadas, pero ya me ha puesto usted la mosca, como se dice en español, detrás de la oreja. ¿Para cuándo y de qué va su próxima novela?
Buena pregunta, pues ni yo mismo lo sé. Verá, desde que murió V., y con ella mi principal suministro de inspiración, tiendo a una, digamos, elefantiasis narrativa que me cuesta un tremendo esfuerzo dominar. Hasta tal punto que, como ya sabe, normalmente la dejo correr. Un claro exponente del resultado sería mi penúltimo trabajo, Against the day, o Contraluz en la edición en español. En Inherent Vice sí supe acorralar la dichosa compulsión, aunque el resultado deja bastante que desear...
En primer lugar es más corta de lo acostumbrado, ¿no le parece? El lector pynchoniano espera pacientemente durante años para encontrarse algo distinto a lo habitual. Lo mío no son los éxitos fáciles. Si hubiera querido hordas de lectores, habría escrito libros de cocina. No, la lectura de mis obras tiene que ver más con la fe, y también con la pe, de Pynchon... Pero los años pasan y ya soy mayor para según qué tipo de recorridos largos. Es posible que sintiera miedo, no a la muerte, sino a dejar obras inacabadas. Y no tengo, ni deseo, a Brod alguno a mi lado. ¿Quiere saber cómo escribo ahora?
El mismo. Consigo una primera versión en pocas horas, digamos que en seis o siete, una jornada de trabajo. Después voy añadiendo de todo, conversaciones crípticas, pensamientos oscuros, metáforas imposibles, desarrollos paralelos, convergentes, divergentes... Y canciones, of course. Me encantan las canciones, ¿y a usted, le gustan?
¡No! Por una vez que estoy entre lectores de verdad, aunque sea aquí, quiero que conste en acta mi plena disposición a contestar las preguntas de mi público. ¡Disparen!
Maldición... Thomas, responda a alguna pregunta, por favor. Dígame, ¿cómo realiza su proceso de documentación? ¿Cuántos libros leyó para escribir Against the day? ¿Gana dinero con la literatura? ¿Qué le parece David Foster Wallace? ¿Es cierto que no le gusta escribir y que con sus libros sólo buscaba superar a William Gaddis?
JL, creo que deberías pedir ayuda a Jordi Corominas. Las entrevistas son su especialidad. Tú terminas borracho y quemando coches, como te pasó con Óscar Gual.
Señor Pynchon, cuánto honor. Sus novelas han sido y serán insuperables para hordas de escritorzuelos que intentan emular a base de rebuznos su inigualable y magnífica prosa...
Estimado Mr. Ferré, leí su Asno. Buena obra, sí señor. Nada que ver con la mediocridad que suele publicarse en su pequeña república. Mi enhorabuena algo tardía.
Por desgracia, Sr. Mora a.k.a. real Pynchon, todo mi dinero me lo gasté en Yemen. He intentado contárselo a Oprah, pero el tal Amores y sus amigos no me han dejado. Luego me cogió lo de Salmon Brothers o Lelos Brothers o ambos, no lo recuerdo... Conclusión: estoy en la ruina, como la pequeña república en la que usted reside.
Gracias, amigos. Me ha costado un gran esfuerzo (Pynchon es escurridizo como los salmones), pero conseguí que mordiera el anzuelo, aunque el resultado haya terminado siendo algo tumultuoso.
Señor Renard, esa frase tiene copyright. La modestia, falsa o verdadera, como el no ser nadie, no: son patrimonio de la humanidad.
Me parece una vergüenza este juego, señor Amores. Muchas mujeres como yo hemos tenido palpitaciones y vómitos en melena cuando, en la tranquila tarde de esta víspera de San José, hemos empleado nuestras uñas de porcelana en teclear, por si podía encontrarse en la red, alguna entrevista a este autor que nos fascina y con el que, más de una, tendría a bien colocar un elemento insólito en el neceser y marchar hacia alguna pensión barata y discreta. Al descubrir la falsedad de esta entrevista, siento deseos de llevarle a usted al tribunal constitucional por atentar contra el honor del ciudadano Thomas Pynchon, nacionalizado y residente en Albacete, donde recibe puntualmente miguelitos de la roda que mantienen su caldo cerebral en óptimas condiciones energéticas para parir nuevos tochos de los que a nosotras nos gustan. Tengo al teléfono a Sterne y dice que se desternilla.
Con nosotras no se meta, fariseo, somos hembras pero lucimos admirables bigotes, imperiales narices y estamos descifrando su capítulo sobre calzones para saber cómo proceder al respective.
Pero esto qué es... No puedo relajarme ni un segundo. Y además ese último comentario es soez de verdad. Modérense, por favor, a la hora de darle a las teclas del móvil, o me veré obligado a cerrar la terulia para esta entrada.
Un momento. Ya estamos tapando la boca al valiente y corrosivo manson por no comprender sus elaboradas letras. Esa aparente proposición a una comida en pareja que le hace a Sterne es, en realidad, dos cosas: un emplasto de referencias a la cultura shandy, y por eso mismo, por lo de shandy, una crítica a los helados imperialistas de McDonalds, que fomentan el miedo como los medios de comunicación de masas. Por cierto: he adelgazado 953 kilos y ahora peso 130, como manson.
Hermanos, hermanos, calmaos, y sed comprensivos con la Iglesia. No leáis, no se os ocurra, a ese tal Pancho, que he oído que sus páginas están inspiradas por el maligno. Nosotros somos la verdad y la vida, como así expongo grácilmente en mi última pastoral. No os engañéis.
No te preocupes, Jordi, el tal Jordi Corominas i Julián soy yo mismo. De hecho, todos los comentarios hasta el de Dédalo (Óscar Gual) son míos. Te hice formar parte de una ficción construida a base de comentarios falsos con una estética puramente blogger. Para que fuera evidente, les puse a todos ellos la misma fecha y hora, algo imposible en una dinámica real, e incluí en ellos artificios imposibles de ejecutar en un comentario normal: fotos, vídeos e incluso un comentario conjunto de tres personas...
Gracias a los dos, Louis (he visto el comentario tarde, lo siento) y Luis. A ti, Fardal, pynchoniano converso e irredento, sabía que te gustaría, y de hecho creí que ya lo habías visto. Te sugiero que le des un vistazo a esto, una cosa también un tanto excéntrica: http://bolmangani.blogspot.com/2011/04/la-critica-definitiva-al-yates-de-lin.html.
Jesucristo. ¡Por un momento pensé que era el verdadero Pynchon! De casualidad pasé por su Blog y me encontré con esta bonita puntada, aunque echara en falta a un Borges resucitado.
23 comentarios:
vaya, llego tarde como siempre, qué vergüenza, mr. pynch
Por desgracia, Sr. Mora a.k.a. real Pynchon, todo mi dinero me lo gasté en Yemen. He intentado contárselo a Oprah, pero el tal Amores y sus amigos no me han dejado. Luego me cogió lo de Salmon Brothers o Lelos Brothers o ambos, no lo recuerdo... Conclusión: estoy en la ruina, como la pequeña república en la que usted reside.
Yo soy Mora, el anterior no sé quién es. Diabluras de Amores, supongo.
Genial. Vivan los falsarios. Maldito tramposo. Has convertido a Pynchon en un puto personaje de Gaddis...
Hablando de putos... Eres un puto genio, eso es lo que eres.
Enhorabuena. Me quito el sombrero, la camisa y los calcetines. Una entrada imposible de superar.
A los grandes la modestia les va bien. Lo que es dificil es no ser nadie y sin embargo ser modesto.
J.Renard
Gracias, amigos. Me ha costado un gran esfuerzo (Pynchon es escurridizo como los salmones), pero conseguí que mordiera el anzuelo, aunque el resultado haya terminado siendo algo tumultuoso.
Señor Renard, esa frase tiene copyright. La modestia, falsa o verdadera, como el no ser nadie, no: son patrimonio de la humanidad.
:-D
Me parece una vergüenza este juego, señor Amores. Muchas mujeres como yo hemos tenido palpitaciones y vómitos en melena cuando, en la tranquila tarde de esta víspera de San José, hemos empleado nuestras uñas de porcelana en teclear, por si podía encontrarse en la red, alguna entrevista a este autor que nos fascina y con el que, más de una, tendría a bien colocar un elemento insólito en el neceser y marchar hacia alguna pensión barata y discreta. Al descubrir la falsedad de esta entrevista, siento deseos de llevarle a usted al tribunal constitucional por atentar contra el honor del ciudadano Thomas Pynchon, nacionalizado y residente en Albacete, donde recibe puntualmente miguelitos de la roda que mantienen su caldo cerebral en óptimas condiciones energéticas para parir nuevos tochos de los que a nosotras nos gustan.
Tengo al teléfono a Sterne y dice que se desternilla.
Con nosotras no se meta, fariseo, somos hembras pero lucimos admirables bigotes, imperiales narices y estamos descifrando su capítulo sobre calzones para saber cómo proceder al respective.
Pero esto qué es... No puedo relajarme ni un segundo. Y además ese último comentario es soez de verdad. Modérense, por favor, a la hora de darle a las teclas del móvil, o me veré obligado a cerrar la terulia para esta entrada.
Un momento. Ya estamos tapando la boca al valiente y corrosivo manson por no comprender sus elaboradas letras. Esa aparente proposición a una comida en pareja que le hace a Sterne es, en realidad, dos cosas: un emplasto de referencias a la cultura shandy, y por eso mismo, por lo de shandy, una crítica a los helados imperialistas de McDonalds, que fomentan el miedo como los medios de comunicación de masas. Por cierto: he adelgazado 953 kilos y ahora peso 130, como manson.
Hermanos, hermanos, calmaos, y sed comprensivos con la Iglesia. No leáis, no se os ocurra, a ese tal Pancho, que he oído que sus páginas están inspiradas por el maligno. Nosotros somos la verdad y la vida, como así expongo grácilmente en mi última pastoral. No os engañéis.
Tío, la que has montado... Menudo tirón tienes, ¿no?
Un abrazo, Paco. Y saludos también a Benedicto y Miguel.
jose luis,ahora resulta que algun troll pone jordi corominas i julián....lo digo pq los comentarios no son mios, cuando escribo sale Jordi....
No te preocupes, Jordi, el tal Jordi Corominas i Julián soy yo mismo. De hecho, todos los comentarios hasta el de Dédalo (Óscar Gual) son míos. Te hice formar parte de una ficción construida a base de comentarios falsos con una estética puramente blogger. Para que fuera evidente, les puse a todos ellos la misma fecha y hora, algo imposible en una dinámica real, e incluí en ellos artificios imposibles de ejecutar en un comentario normal: fotos, vídeos e incluso un comentario conjunto de tres personas...
Un abrazo.
OStres! Lo ha logrado! Una entrevista con Pynchon, el escritor de éter.
Felicidades
Sencillamente brutal Jose Luis, lo he visto tarde pero ha merecido la pena...
Gracias a los dos, Louis (he visto el comentario tarde, lo siento) y Luis. A ti, Fardal, pynchoniano converso e irredento, sabía que te gustaría, y de hecho creí que ya lo habías visto. Te sugiero que le des un vistazo a esto, una cosa también un tanto excéntrica: http://bolmangani.blogspot.com/2011/04/la-critica-definitiva-al-yates-de-lin.html.
Abrazos.
Jesucristo. ¡Por un momento pensé que era el verdadero Pynchon! De casualidad pasé por su Blog y me encontré con esta bonita puntada, aunque echara en falta a un Borges resucitado.
Saludos.
Tu blog es buenísimo, caray. Ahora mismo lo agrego a mi seleción personal. Pynchoniano por siempre.
Gracias, Franco. Se hace lo que se puede.
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