14 jun 2012

Reconversión

Desde hace meses, diría que incluso desde hace más de un año, escucho/leo comentarios que dan lugar a una especie de conversación (es un decir) que muy bien podría resumirse (es otro decir) de la siguiente manera:

LECTOR 1 (en un post de su blog): … de ahí que los libros digitales, los llamados ebooks, deban costar como mucho 3 euros, preferiblemente 2 [sic. para las cifras en formato numérico], ya que desaparecen los gastos de imprenta, que son los más elevados, y hacer el ebook tiene que costar como mucho 1 euro…

LECTOR 2 (comentarista anónimo profesional): Magnífica entrada, eres un crack. Acabo de hacerme seguidor tuyo en Blogger, Wordpress, Facebook, Twitter, Pinterest, Goodreads, Google+, Tumblr y además te tengo fichado a la salida del curro y ya he conseguido fotos de tus hijos a la salida del colegio (imagino que la piba que los recoge es tu señora esposa, enhorabuena). Personalmente hace un año que tengo un kindle y nunca he comprado nada para darle de comer, todo lo que he leído ahí me lo he descargado de 4shared vía quedelibros.com o bibliotheka.org. Su maquetación es horrible y están plagados de errores, pero de todas formas he oído o leído en algún sitio que los ebooks legales también son una mierda, además de costar una pasta. Saludos.

LECTOR 3 (comentarista ocasional con blog propio): Es curioso, hace solamente dos semanas escribí sobre esto mismo en mi blog. Por si le apetece darse una vuelta por allí: http://canniballector.blogjob.com/ebooks-baratos-u-os-los-comeis-con-patatas. De todas formas yo no me atreví a aventurar un precio justo, pues desconozco los factores que inciden en el coste final del libro, ya sea físico o digital. Agradecería más información al respecto. Suyo afectísimo, Cannibal Lector.

LECTOR 4 (escritor independiente): A mí me está yendo muy bien en Amazing.jorl. Esta semana mi libro está incluso entre los diez más vendidos de Ficción/No-Ficción/Aventuras/Fantasía/Romántica/Cocina, y lo estoy vendiendo a 1,74 euros de los cuales Amazing me da el 70% en yuanes. Supongo que habréis oído hablar de él, se titula La espumadera de color verde y va de una mujer en la cincuentena abandonada por su marido que un día, desesperada por la soledad y la edad, intenta suicidarse inhalando el olor a fritura de pescado que sube del piso de la vecina de abajo a través del ojo patio, pero afortunadamente Gertrudis, su vecina de enfrente, la ve inclinada sobre el tendedero y avisa al SAMUR y viene una ambulancia y los bomberos derriban la puerta del piso y la salvan de una muerte segura por inhalación de gases tóxicos. Y ella está muy enfadada con su vecina Gertrudis por meterse en asuntos ajenos y le arroja una espumadera de color verde a la cabeza cuando se da cuenta de que sigue fisgando por la ventana del tendedero, pero el paramédico, que también está en la cincuentena y aunque tiene una barriga prominente y propia de la cincuentena es bastante guapo o más bien tiene un perfil interesante, con sus canas y todo lo demás, consigue tranquilizarla acariciándole la cabeza, una cabeza que lógicamente huele a fritanga y además necesita un urgente repaso de tinte en la raíz. Y ella se enamora inmediatamente porque el paramédico, que se llama Aníbal, para tranquilizarla le susurra al oído una historia que ha leído en un libro en la que…

LECTOR 1: Gracias por comentar, sois muy amables. Tu novela tiene buena pinta, Lector 4, ¿sabes si me la puedo descargar gratis de algún sitio? Lector 3, desconozco la composición de costes de un libro, ya que la industria editorial es opaca en este sentido. Pero me da que sucede como con la fruta y la verdura, que unos tomates cuestan unos pocos céntimos en la huerta y llegan al mercado a 2 euros el kilo, o como con la ropa, que la fabrican niños esclavos desnutridos en Bangladesh por una miseria y acaba en las tiendas a 100 veces su coste en origen. En este sentido el escritor es como el agricultor o como el niño esclavo en los huesos, el paria principal de toda la cadena de ¿valor?, y quienes se llevan la pasta que pagamos nosotros son meros intermediarios, García Márquez escribiría “agiotistas” pero por poco no ha chirriado el Word cuando he tecleado la palabra. La cosa es que si entre escritor y lector no hubiera nadie, todo lo más uno o dos sitios de intercambio que se quedaran con una comisión razonable, como la tal Amazing que menciona Lector 4, a todos nos iría mejor y leeríamos más porque estoy totalmente seguro de que el factor principal de que en este país no se lea es el precio de los libros, por mucho que carguemos las culpas sobre el fútbol, la playa, las copas, la telebasura o la estupidez congénita. Estoy totalmente seguro de que el lector dejaría de leer best-sellers y se inclinaría por literatura seria y genuina y mucho más inteligente y divertida y entretenida si los precios fueran más asequibles, lo que dije: 2 euros o incluso algo menos.

LECTOR 2: Oye, Lector 1, ¿has leído La cena de los imbéciles? Por cierto, siento lo de tu cuñado.

LECTOR 3: Hombre, pues estoy de acuerdo con lo que dice, pero si afirma desconocer la estructura de costes del producto, me parece un poco arriesgado dar un precio final así como así. Por ejemplo, ¿qué pasa con los libros traducidos? Ahí tiene un coste que solamente podría eliminar aprendiendo idiomas, y eso es difícil según edades y situaciones personales. A no ser, claro está, que metamos al traductor dentro de la misma categoría del autor y le obliguemos a ser otro paria más en la cadena de —como usted dice— “¿valor?”. Y al maquetador, pues no todas las historias están formadas por párrafos y algún que otro sangrado, sino que muchas de las valiosas pueden incluir filigranas, etc., que necesitan de un cuidado y atención especiales. Y se me ocurre además que alguien tendría que revisar el trabajo de un escritor, digo yo, pues ya sabemos cómo se las gastan algunos. Por mencionar sólo un caso, de los más famosos además, el de Raymond Carver, que no podía dar un paso sin la ayuda de su editor de lo mal que escribía, de tal forma que el producto final era algo compartido entre ambos, y supongo que no pondrá usted en duda el valor de las obras de Carver.

LECTOR 1: Tenía que salir el tema de las traducciones, y llevas razón en mencionarlo, Lector 3. Yo es que leo en inglés, francés y esperanto, y mal hacen quienes no se preocupan de leer en esos idiomas, como dice mi colega crítico literario Adonis Francen. Pero si hay que transigir en que no todo el mundo está dispuesto a realizar el esfuerzo que supone leer determinadas obras en idioma original, concedo entonces que la traducción es un coste, y la maquetación en todo caso también, y ya puestos añadamos la corrección de estilo. Sean entonces 3 o 4 euros, no sé. Más me parece abusivo. Gracias por comentar. Saludos.

LECTOR 4: No, mi novela no te la puedes descargar gratis. Estaré encantado de enviarte una copia si quieres reseñarla, sin compromiso de ningún tipo, naturalmente. Y si me lo permites, voy a recordarte un factor de coste crucial que se os olvida tanto a ti como al Lector 3: el marketing. En mi caso particular, que voy por libre, llevo incontables horas gastadas en promocionar mi Espumadera, tantas que si un día me diera por hacer la cuenta del esfuerzo (y el dinero) invertido versus ganancias obtenidas llegaría a la conclusión de que sale más favorable hacer ayuno público en la Gran Vía con un cartón garrapateado a rotulador.

LECTOR 2: Te empeñas en ignorarme, Lector 1, pero que sepas que lo sé todo de ti y si porfías en tu actitud voy a hundirte en la miseria.

LECTOR 1: Envíamela, claro, Lector 4. Lo del marketing no lo había pensado, tan acostumbrados estamos a las estrategias de visibilidad en librerías. Sería pues un coste más a tener en cuenta, aunque a este ritmo la torta se nos está poniendo hecha un pan. Y por cierto, ahora que he mencionado lo de la visibilidad en librerías, y aunque sea tirar una piedra encima de mi tejado, se me ocurre que si al final el modelo dominante de distribución literaria va a ser el digital, tendrán que cerrar un montón de libreros, si no todos, y más gente irá al paro. El Gobierno debería de tomar nota de esta situación y hacer algo al respecto, no sé, subvencionar un poco las librerías amenazadas por la reconversión, siquiera por el simple hecho de que siguiera habiendo librerías físicas aunque el grueso de las ventas se efectuara por Internet y a base de reseñas y recomendaciones virales de sitios desinteresados como este mío, que por una modestísima contribución, quizá proporcional, quizá fija, ya veríamos, por esa misérrima remuneración, digo —ya hablaríamos de cuánto, etc.—, resituaría la labor del marketing en hombros especializados y no como ahora, que recae principalmente en escritor y editor y así les va. Yo, desde este mi humilde espacio, me ofrezco a apoyar con mi colaboración y mis conocimientos, mis horas de ocio, mis ojos, mis manos, mi ordenador, mi ratón, mi escáner, mi kindle, mi mí y mi vida si hace falta, al decrépito sistema publiciliterario.

LECTOR 2: Precisamente me referí a tu cuñado porque averigüé que es librero y el negocio le va fatal. Además sé de buena tinta que en realidad es él quien te redacta las reseñas de las novedades. Te advertí de que iba a hundirte.

LECTOR 4: ¿Aceptas reseñas vicarias, Lector 1? Supongo que Lector 2 (Hola, Lector 2) se refiere a que te dejas influir por las novedades, que te las selecciona o suministra tu cuñado el librero. (¿Le has hablado de la Espumadera, o él te ha hablado de ella? No quiero pensar que estéis marginando un producto como mi Espumadera por no tener respaldo físico o atómico. Al fin y al cabo se trata de un libro, ¿no?) Tener acceso a una librería ha sido mi sueño de toda la vida, estar rodeado de libros, aaahh, no la mierda esta del libro digital. La verdad es que lo intenté todo antes de lanzar mi libro por cuenta propia, pero sólo recibí silencio y un par de rechazos explícitos, y uno que estaba dispuesto a publicarme el libro al modo tradicional me vino con monsergas de correcciones, sintaxis, gramática, etc., inaceptables según lo veía yo, y quién mejor para verlo que el padre de la criatura, que la ha visto en pelotas, blanca como el papel, etc.

LECTOR 3: Por no hablar de que saldríamos a la calle y no veríamos librerías, solamente franquicias de ropa, bazares y cafeterías de mala muerte. Pasear se convertiría en un suplicio, no digamos ya en verano, con lo fresquito que se está en una librería, merodeando por los estantes durante una hora para al final llevarte esa antigualla joya que nadie sabía que estaba ahí. O en invierno, joder, cuántas veces me he refugiado de la lluvia y de la polución en una librería…

LECTOR 1: Mi cuñado no tiene una librería, sino que trabaja en una librería. Hay una diferencia considerable. Y el problema al que alude el Lector 2 (te tengo fichado por la IP, vives en San Bartolomé de Tirajana) es que se ha visto afectado por un ERE parcial y además puede llorar con un ojo porque todavía le queda medio sueldo. Al paso que vamos, en nuestras calles no habrá librerías y dará miedo y asco pasear por ellas. No sé, al final entre unos y otros vais a convencerme sin querer convencerme de que abjure del ebook de los cojones.

LECTOR 3: Y nada de Ferias del Libro ni Sant Jordi ni parecido.

LECTOR 4: ¿Y cuánta gente de IKEA iría a la calle, eh?

LECTOR 2: A mí me la trae floja todo, incluso mi IP.

LECTOR 1: ¿Alguien sabe cómo se compra un ebook?

LECTOR 4: Mi kindle se ha roto porque le puse un cenicero encima, nunca me había pasado eso con un libro de verdad. Y ya no está en garantía…

LECTOR 2: Eh, he abierto un blog de indignación literaria, se llama indigne-books.blogjojo.joj. Estáis todos invitados a barra libre de opiniones. El primer post se titula “De qué hablo cuando hablo de joder”.

10 comentarios:

Alberto Secades dijo...

Bolmangani:

Lo has conseguido; me he reído muchísimo. Es cierto que ese tipo de conversaciones se ven muy a menudo.

Por cierto en mi blog me planteaba hace muy poco qué habría sido de Richard Gere tras haber ido a rescatar a Debra Winger en "Oficial y caballero" y (dada la evidente conexión) dejo enlace por si quieres pasarte a echar un vistazo.

http://www.comunsinsentido.com/2012/06/oficial-y-caballero-el-dia-despues.html

De verdad que me reí mucho

Clément Cadou dijo...

Hola, José Luis

Una pregunta que no tiene que ver con el post (disculpa que no lo comente). Al descargar el pdf del libro de Moore, aparecen sólo las primeras 57 páginas. Imagino que sólo está públicamente disponible esa parte del libro. Como soy bastante torpe con el aparataje tech, me queda la duda de si hay posibilidad de bajarse el pdf completo (o de leer el libro entero por otros medios). ¿Es posible?
Gracias,
Un saludo afectuoso.

José Luis Amores dijo...

Hola, me alegro de que te hayas reído, Alberto, porque la cosa tiene gracia. Se habla tanto sin saber que al final prevalecen las opiniones inventadas sobre las fundamentadas, que siempre huelen a corrupción por la contaminación que reciben del sinvergonzerío empresarial, financiero y político de este país.

Clement, el libro entero no está traducido, sólo esa pequeña parte. Es posible que lo publique una editorial que no es la mía, pero no sé qué pasará. Desconozco si puede leerse sin comprarlo, si es a lo que te refieres. Yo lo leí en modo clásico, en papel, y traduje directamente de ahí, apoyando el mamotreco en un atril al lado de la pantalla. No hace falta decir que merece mucho la pena.

Saludos y buenos deseos.

La Medicina de Tongoy dijo...

Pero que bueno eres, joder, y cuánto te haces de rogar.

José Luis Amores dijo...

Es que estoy liado, Carlos. Si fuera por mí...

Gracias.

JM dijo...

Me he reído un montón. Estoy por abrir un blog y poder publicitarlo en mensajes así ...

José Luis Amores dijo...

Hola, Josep María. Ya estás tardando en abrirlo y te lo publicito en post propio, faltaba más. Sobre todo si no es de indignación literaria, que ahora nada más que hay de esos, y de sus contrarréplicas, se ve que están de moda, por más que sean, ambas clases, aburridísimas.

Anónimo dijo...

Llorando de risa. En serio. Muy bueno. Lector 2 es un crack.

Por cierto, por fin leí la introducción de Moore. Ahora tengo una lista gigantesca y no sé cuándo me voy a poder poner con ella.

Por cierto nº 2, sigue Marksonizada. ¿Has leído el de Wittgenstein? Me tienta pero Dickens y el Ulises me tienen monopolizada...

(¡cuánto tiempo!)
Un beso,
Arte

José Luis Amores dijo...

No, leí el otro, como sabes. Qué tío.

A Moore no le hagas demasiado caso, fíjate en mí, en lo que me he convertido.

Beso de vuelta.

Roberto Tega dijo...

La alusión a IKEA me ha traído de vuelta las risas de aquel Nuevo Estilo

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